Una vez finalizado el encuentro entre Guaraní Antonio Franco y Central Córdoba, todos los periodistas presentes estaban en la salida de túnel del vestuario local, que da a la cancha, esperando a que uno de los DT dé su habitual conferencia de prensa.
En el fondo del túnel se encontraba la encargada de Prensa del Club Guaraní Antonio Franco, a quien se la notaba algo preocupada. En eso momento la impaciencia de los periodistas pasaba por si alguien saldría a hablar con la prensa, tras la derrota ante el equipo santiagueño.
Tras unos minutos de espera se escucha un golpe a la puerta de chapa del vestuario, y el grito de "vamos carajo, Guaraní tiene que ganar", y al instante se retira un "hincha/barra" del túnel, saliendo del campo de juego por el portón de entrada al mismo. Ese portón, el que siempre está custodiado por efectivos de la Policía de la Provincia de Misiones, curiosamente anoche no estaba siendo custodiado.
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Pasaron menos de dos minutos de ese incidente, cuando de repente se apagó la única luz que había en el estado. Seguidamente, un grupo de entre cinco y seis "hinchas/barras" ingresaron al túnel del vestuario, a los gritos, insultos y golpeando todo lo que había en su camino. Entraron al túnel, insultaron el cuerpo técnico y el plantel. Tras unos minutos, se retiraron. Estos "hinchas/barras" pasearon por el club como "pancho por su casa", nadie los detuvo.
Tras la salida de estos individuos, llegó la policía a resguardar el ingreso al túnel. Pero lo peor estaba en la calle.
Sobre la calle Ramón García, en el acceso a la platea techada, un grupo de veinte a treinta hinchas se enfrentaron a la policía, arrojándoles piedras y pedazos de baldosas que rompieron de las veredas de la calles General Frías. Los efectivos del infantería reaccionaron con algunas balas de gomas (no más de dos disparos). En unos diez minutos se dispersó toda la gente. Aunque eso no sería todo.
En la salida a la calle del vestuario de Guaraní, se concentraron un grupo de no menos de veinte "hinchas/socios" (según ellos) que esperaron a que salieras los jugadores y el cuerpo técnico para confrontarlos. Cabe recalcar que, en todo el momento que estuvieron esperando, estos "socios" de Guaraní manifestaron a fuerte voz que querían enfrentarse con el equipo, pero ante esto, la policía nunca dispersó el lugar.
Tras más de treinta minutos de espera, el plantel y el cuerpo técnico salieron a la calle, en donde tras hablar con la prensa, Humberto y Martín Zuccarelli fueron agredidos verbalmente por estos "socios" que los estaban esperando.
Fueron al menos diez minutos de tensión hasta que apareció la policía. El reclamo era hacía la dupla técnica, la idea de juego del equipo, y los jugadores que vinieron esta temporada para reforzar el equipo. Entre ellos, el más insultado y abucheado fue Luciano Leguizamón, quién se está recuperando de una lesión muscular.
El noche terminó caliente para Guaraní: tensión, aprietes, corridas, e insultos para el plantel. Desde la Comisión Directiva del club nadie dio la cara para apaciguar las aguas. Desde el plantel, ningún referente quiso hablar, más allá de Cosentino y Young que trataron de calmar a los hinchas. Desde la policía, el comisario solo estaba para pedir tranquilidad y saludar una y otra vez con apretón de manos a los "hinchas/socios".
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